Bord na Móna pone fin a la recolección de turba y apuesta por la energía verde

por Sarah Harford

15 de enero de 2021

Tom Donnellan de Bord na Móna en el parque eólico Mount Lucas. Imagen: Bord na Mona

Como parte de su estrategia ecológica, Bord na Móna se centra en las energías renovables y la rehabilitación de turberas.

Bord na Móna ha confirmado que ha puesto fin formalmente a toda la recolección de turba en sus tierras, lo que marca un hito clave en su estrategia "de marrón a verde".

La recolección de turba se ha ido reduciendo gradualmente en los últimos dos años. La última cosecha completa de turba del semiestado irlandés tuvo lugar en 2018, seguida de una cosecha parcial en 2019 y una suspensión total de las operaciones de recolección el año pasado.

Hoy (15 de enero) ha anunciado que hará que esta suspensión sea permanente y cesará cualquier preparación de cosecha restante.

"La estrategia de marrón a verde ha implicado la transformación de Bord na Móna de un negocio tradicional de turba a una empresa de soluciones climáticas", dijo Tom Donnellan, director ejecutivo de Bord na Móna.

"El progreso logrado en los últimos dos años significa que ahora estamos totalmente centrados en la generación de energía renovable, el reciclaje y el desarrollo de otras empresas con bajas emisiones de carbono".

Como parte de su estrategia ecológica, Bord na Móna planea haber desarrollado activos eólicos, solares y otros activos capaces de abastecer alrededor de un tercio de todos los hogares irlandeses con energía renovable para 2030. También planea ser una empresa líder en recolección y reciclaje en Irlanda. dentro de la próxima década.

En septiembre pasado, el semiestatal dijo que buscaba recaudar 1.600 millones de euros para financiar una serie de proyectos de energía renovable.

Bord na Móna también lanzó recientemente su Plan de Restauración de Turberas, que implica una inversión de más de 115 millones de euros. Buscará convertir las turberas de Irlanda de fuentes de combustibles fósiles en sitios de captura de carbono a gran escala.

Se espera que este plan garantice empleo a 350 empleados que anteriormente se dedicaban a actividades de recolección de turba.

"Si bien los cambios que hemos realizado tienen muchas ventajas, los beneficios clave incluyen el empleo sostenible y de alto valor que estamos brindando y el importante apoyo que estamos brindando al objetivo de Irlanda de convertirse en carbono neutral para 2050", agregó Donnellan.

Mientras cesa la recolección de turba, la fábrica de briquetas de Derrinlough de Bord na Móna seguirá fabricando briquetas de turba hasta 2024. La instalación de horticultura de Kilberry también seguirá funcionando con normalidad, respaldada por las reservas de turba existentes, y la central eléctrica de Edenderry continuará su transición para funcionar exclusivamente de biomasa residual y sostenible.

Relacionado: energía, Irlanda, Bord na Móna, energías renovables

Sarah Harford fue subeditora de Silicon Republic

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